Los vecinos de Puig d'es Molins estaban exultantes después de conocer la iniciativa del Ayuntamiento.

EUGENIO RODRIGUEZ El Ayuntamiento de Eivissa frena el proyecto de construcción de un macroedificio de 13 plantas en Puig d'es Molins de la promotora Blauvert con la anulación de la licencia que el propio Consistorio renovó en septiembre de 2001. El equipo de gobierno se ampara en el incumplimiento de la ley de disciplina urbanística para echar por tierra los planes urbanísticos de la empresa promotora.

El edil de Urbanismo, Joan Boned, informó ayer de que Promociones Urbanas Blauvert S.L. ha incumplido el artículo 7.3 de la ley de disciplina urbanística, que obliga a la promotora que ha recibido una licencia conforme a un proyecto básico (septiembre de 2001) a presentar un proyecto de ejecución en un plazo máximo de seis meses. El Ayuntamiento después tiene un mes para informar a la empresa que ya tiene derecho para iniciar las obras. «A día de hoy aún no ha entrado en este Ayuntamiento el proyecto de ejecución [el plazo expiraba el pasado mes de marzo] por lo que se incumple el precepto de la ley de disciplina urbanística, lo cual nos permite abrir un expediente de caducidad de la licencia», explicó el edil de Urbanismo.

El Ayuntamiento firmó el viernes al mediodía la providencia y por la tarde ya comunicó en el domicilio de la empresa representada por Ugo Recchia la apertura del expediente de caducidad de la licencia. Boned destacó que la anulación de la licencia no repercutirá sobre las arcas municipales, en contra de lo que decía la oposición que calculaba que la indemnización para abortar los planes de Blauvert podían ascender hasta 1.500 millones de pesetas.

El Ayuntamiento basa su decisión en un informe jurídico realizado por el departamento de Urbanismo del Consell Insular. «Nosotros estamos a la espera de que esta semana llegue otro informe externo que hemos encargado a una empresa de prestigio. El Consell también pidió otro informe externo. Ya sabemos que éstos van en la misma dirección del que tenemos en nuestras manos», señaló Boned.