La Brigada de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía tenía
acumuladas al finalizar el año 2001 unas 3.000 órdenes de captura
de inmigrantes ilegales, según informaron fuentes de la Jefatura.
Esta cifra no incluye los 199 decretos de expulsión decididos por
la Delegación del Gobierno entre enero y marzo de este año. Este
departamento policial está «absolutamente colapsado» y sólo puede
atender las órdenes de la Delegación del Gobierno. El procedimiento
administrativo que finaliza con el decreto de expulsión puede
tardar unos dos años, según informaron desde la Delegación del
Gobierno. Una vez decidido, los inmigrantes afectados pueden
recurrir por la vía administrativa y, si Delegación mantiene la
expulsión, siempre queda el recurso contencioso frente al Tribunal
Superior de Justicia de Balears.
Abogados consultados por este diario han constatado el aumento
en el último mes de mayo de la afluencia de inmigrantes en sus
asesorías jurídicas por esta causa. La falta de un centro donde
acoger los inmigrantes que tienen que ser expulsados del país
dificulta su localización. Primero se produce una notificación
administrativa en el domicilio dado por el afectado en el momento
de tramitar la regularización. Si se presenta, le dan 15 días para
abandonar el país y, como paso previo, tiene que pasar por el
Cuerpo Nacional de Policía para que ejecute la expulsión.
En este momento, es cuando los inmigrantes deciden desaparecer o
recurrir ante el TSJB, que paraliza el proceso y, dada la
acumulación de asuntos en la Sala Contenciosa, la decisión judicial
puede retrasarse, como mínimo, durante dos años. En el supuesto que
la Brigada de Extranjería localice la persona, al no existir el
centro, no puede retenerla si no está acusada de hechos delictivos.
«Antes de la reforma legislativa, se utilizaban los calabozos hasta
que eran expulsados en un plazo máximo de 40 días, pero ahora la
legislación lo impida», dijeron. Las principales nacionalidades de
los extranjeros repatriados son la marroquí, argeliana, nigeriana,
ecuatoriana, senegalesa, rumana y colombiana.
Por otra parte, durante los primeros cuatro meses de este año se
han empadronado en Palma 4.558 extranjeros, es decir, 1.418 más que
en el mismo periodo del año pasado, cuando el número de extranjeros
en Palma sólo llegó a 3.140, según los datos de la sección de
Población del Ajuntament de Palma. Este incremento significa que
este año, entre los meses de enero y en abril, se ha empadronado en
Palma un 45 por ciento más de extranjeros que en los mismos meses
de 2001, a pesar de la recesión económica y por el endurecimiento
de la legislación sobre inmigración.
Además, por primera vez en la historia, se da la circunstancia
de que durante los primeros cuatro meses del año se han empadronado
en Palma más extranjeros que españoles, ya que si los nuevos
ciudadanos nacidos fuera del Estado han sido 4.558 de enero en
abril, los españoles (incluyendo los que vienen de otras zonas de
Balears) han sido 4.513. Esta tendencia se viene registrando desde
mediados del año pasado. Así las cosas, la concejala de Formación y
Población del Ajuntament de Palma, Maite Jiménez, señaló al respeto
que «la mayoría de extranjeros que llegan son extracomunitarios y
procedentes de países como Colombia, Ecuador y Argentina».
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