EUGENIO RODRIGUEZ La empresa constructora de la variante de Santa Eulària abrió ayer al fin a primera hora de la tarde el paso a los vehículos. La apertura de este desvío permitirá descongestionar el núcleo urbano, según explicó ayer a este periódico el edil de Urbanismo, Vicent Riera. «Estamos muy contentos de que las obras ya se hayan acabado. La variante va a mejorar considerablemente el tráfico en el centro. Además, se han acabado antes de la llegada de los meses punta de verano, que es cuando hay más problemas de atascos», destacó Riera.

Las variante une el pueblo de Santa Eulària con el inicio de la carretera PM 810 y con la PM 803, así como el camino municipal. El nuevo trazado tiene una longitud de un kilómetro y medio y consta de dos carriles de 3'5 metros de ancho cada uno. El nuevo tramo, además, está dotado con aceras de 1'5 metros de amplitud a cada lado de la carretera.

El edil de Urbanismo, Vicent Riera, confirmó que la dotación de servicios, especialmente la iluminación, ya está lista, así como el ajardinamiento de las rotondas. Riera señaló que el Ayuntamiento aún no sabe quién va a venir para inaugurar la nueva vía que rodea el pueblo.

Esta variante se ha realizado mediante un convenio firmado entre el Ministerio de Fomento y el Govern balear. Las obras, que en principio tenían que estra listas en un plazo máximo de 18 meses, han sufrido continuos retrasos. También ha habido modificaciones presupuestarias que han disparado su coste.