EUGENIO RODRIGUEZ El Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) y Amics de la Terra desplegaron ayer una pancarta en la playa de s'Arenal en protesta por la regeneración artificial de playas que ha acometido la Demarcación de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, en el litoral pitiuso.

«Matas destruye el litoral», rezaba la pancarta que mostraron los ecologistas ante la mirada de los muchos turistas que paseaban a media mañana por el paseo marítimo de Sant Antoni. El GEN y Amics de la Terra también posaron ante la prensa con la calabaza que enviarán al ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, junto a una carta de protesta por las obras realizadas. «Las obras aún no se han acabado [ayer aún había máquinas explanando la playa de s'Arenal], pero ya podemos poner un suspenso a la labor del ministro de Medio Ambiente», justificó el presidente del GEN, Joan Carles Palerm.

Los ecologistas denunciaron una vez más que Matas ha utilizado la excusa de los temporales de noviembre para realizar por la vía de emergencia «actuaciones unilaterales, irresponsables y altamente perjudiciales para la costa, impropias de un ministerio de Medio Ambiente». El GEN va aún más allá y tacha a Matas de un «auténtico desaprensivo» por su gestión. El GEN recuerda al ministro mallorquín que el Ministerio se ha saltado la normativa al no contar con la administración autonómica. «El proceso de evaluación de impacto ambiental, regulado por la legislación vigente, requiere la intervención del Consell Insular y el Govern balear».

Palerm sacó a colación el manifiesto firmado por 35 científicos de Balears, entre ellos Carlos Duarte, uno de los investigadores del Imedea que realizó para el Ministerio el estudio del proyecto de extracción de arena en es Racó de sa Talàia para regenerar las playas, y apuntó que Matas ha utilizado tanto a la comunidad científica para llevar adelante esta actuación. Por su parte, la portavoz de Amics de la Terra, Haezel Morgan, hizo alusión también a las obras acometidas por el Ministerio en es Figueral, con fondos públicos, «para estabilizar un acantilado donde se construyó un hotel ilegal».