Sonrisas solidarias

La Fiesta de la Solidaridad y la Primavera acogió a vecinos y visitantes en el Passeig de s'Alamera de Santa Eulària

Hugo con su show fue uno de los encargados de animar la fiesta. Foto: K.T.

S.Yturriaga19/05/02 0:00

Por sexto año consecutivo la Asociación de Vendedores del Passeig de s'Alamera organizó con éxito la Fiesta de la Primavera y la Solidaridad, incluida en el programa de las Festes del Primer Diumenge de Maig. Aunque ya desde muy temprano se podía ver un gran movimiento en el paseo, donde se agrupa desde hace 23 años un popular mercadillo, no fue hasta pasadas las 11'30 horas cuando se dio por inagurada la fiesta. Este año, 'Payasos Sin Fronteras' ha sido la ONG que los organizadores han elegido como destinataria de la recaudación. «Hemos colaborado ya con muchas, como 'Médicos Sin Fronteras' o el año pasado con 'Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer', quienes recibieron 300.000 pesetas», explicaba Amelia, una de las organizadoras.

'Payasos Sin Fronteras' es una organización internacional que nació en 1993 de la mano del payaso Tortell Poltrona, durante un viaje a Croacia. Actúan en muchos países, principalmente de Sudamérica y Àfrica, lugares hasta los que se traslada una expedición de artistas que, utilizando la risa como terapia, intentar aliviar la presión psicológica de los niños y niñas de esas poblaciones. Lula, profesora de teatro y miembro de la ONG, fue la encargada de recoger ayer los donativos recaudados. «Te aseguro que no es una ONG enriquecida como otras muchas, estos sobreviven con pocos medios, yo estuve en Guatemala y lo vi con mis propios ojos», apuntaba Lula.

De manos del alcalde de Santa Eulària, Vicent Guasch, y de los concejales de Fiestas, Cultura y Bienestar Social, la ONG recibió 1.500 euros. Por su parte, la Asociación de Vendedores del Passeig de s'Alamera entregó 180 euros y el total de la recaudación fueron 2.235 euros, una cantidad que supera la de ediciones anteriores. La principal novedad que la fiesta ha incluido este año ha sido la de cobrar un simbólico euro por cada ración de aperitivos. Amelia comentaba que «hemos hecho este cambio porque otros años era gratis y la gente se lanzaba a comer de forma exagerada».