El 'Tercer Certamen de Fotografía Laboral 1º de Mayo' organizado por el Consell Insular con la colaboracion del sindicato UGT, se falló ayer tras la deliberación de un jurado que analizó cada uno de los doce trabajos que sobre las más variadas profesiones habían captado los participantes. El blanco y negro predominó sobre el color en la decisión final, a pesar de que la mayoría de los trabajos se habían realizado con película en color. Toda una gama de grises se podía encontrar en la obra que consiguió el primer premio y que representa a un hombre cargando con las sombrillas de una playa de la isla. 'Final de la jornada', de Alejandro Marí, ha intentado captar, según su autor, «la labor anónima de gente que mantiene el turismo en la isla.

La fotografía surgió de forma improvisada, yo estaba en la playa y como siempre llevo la cámara encima vi a ese hombre cargando con las sombrillas y me gustó», explica Alejandro. El ganador del primer premio, valorado en 900 euros, es ya un veterano en este concurso. Si el año pasado también ganó el primer premio con una imagen de un operario de telefonía subido a un poste enmedio de un paisaje desértico de Formentera, el año en que se inaguró el certamen consiguió un segundo puesto con una original vista cenital de un camarero sirviendo a dos señoras con sendos sombreros sobre sus cabezas. Alejandro , al igual que los otros dos ganadores, se dedica profesionalmente a la fotografía. «No es difícil ganarse la vida con esto, simplemente hay que complementar lo más comercial con lo que a mí personalmente me gusta más, como las vanguardias», afirma Alejandro.

Y de un hamaquero a una profesión muy diferente. De un espacio abierto a la claustrofobia de quien se pone una máscara de protección para soldar. Ese es el instante que ha congelado Gustavo Rebollo , el ganador del segundo premio con la obra 'Rayos de luz'. Un trabajo con su propia historia. «Se trata de un autorretrato. El que está soldando soy yo y lo que se ve al fondo es mi coche. Me fijé en las chipas que se creaban mientras trabajaba y las fotografié», comenta Gustavo. Aunque con un premio dotado con 450 euros este fotógrafo, que también trabaja como fontanero, no podrá financiarse su gran sueño, que consiste en irse a ampliar sus estudios de fotografía a Nueva York, al menos podrá fimanciarse durante un tiempo el material fotográfico que no es precisamente barato. Gustavo, quien estudió cuatro años en Barcelona, inclina sus preferencias hacia la fotografía artística, concretamente hacia los desnudos y los retratos. «Nunca había participado en este concurso y no es que la temática me atrajera, pero sentí curiosidad por probar con algo que nunca había tocado» , explica.

'Reflejos del pasado' es el título con el que Alberto Rodríguez ha bautizado a su trabajo. El ganador del tercer premio, de 300 euros, ha querido plasmar una profesión que se está perdiendo con el paso del tiempo, la de barbero. Con una elaborada composición, Alberto capta la escena a través de su reflejo en un pequeño espejo colgado en la pared. «En realidad-comenta-se trata de una serie formada por tres fotografías, las tres sobre la labor que realizan los barberos. Ya quedan muy pocas personas que se dediquen a esa profesión y por esola he escogido para este concurso. Además, las dos personas que aparecen en la imagen son padre e hijo, se trata de una tradición que mantiene la família».

Aberto tiene una personal y algo crítica opinión de los concursos. «Este tipo de concursos me parecen útiles siempre que luego ese trabajo, en este caso las fotografías, se utilicen para algo como por ejemplo una exposición. No me gustan los concursos de fotos bonitas y ya está. Además creo que no se trata sólo de llegar y colgar las fotos, tiene que haber una buena selección», sentencia. Por su parte, el dos veces ganador de este concurso cree que deberían existir más iniciativas como esta y destaca la motivación que aportan, así como las ganas de continuar que supone ganar ».