Eivissa, a las puertas de la Academia

Algunos de ellos, como Loli y Diana, residentes en el municipio de Eivissa, habían pasado toda la noche sin dormir en el barco que las llevó hasta Palma. Otra de las chicas, Ana María, de Sant Antoni, explicaba que al llegar rellenaron un cuestionario simple y sencillo donde tenían que señalar nombres, apellidos, profesión, estudios, idiomas, estilo musical y exposición artística. Además, en el contrato ceden sus derechos de imagen durante la emisión del programa. También hay una claúsula donde se indica que la empresa no se hace responsable de la pérdida de sus pertenencias.

Conforme aparecían, los organizadores colocaban a los aspirantes formando una interminable fila. En ella esperaban su turno los más de veinte participantes que se habían trasladado desde Eivissa. Allí estaba Tasio, un camarero de un restaurante de Dalt Vila que interpretó un tema de Luis Miguel. O Gustavo, que trabaja en un rent a car y en su tiempo libre se dedica a su verdadera pasión, el piano. «No soy profesional pero me encanta la música, especialmente componer». Al mediodía todos sabían ya los resultados. Los afortunados deben esperar ahora la llamada que les anuncie la siguiente prueba, que se celebrará, probablemente, en el mes de junio.