Un alto porcentaje de personas mayores de las Pitiüses sufre
malnutrición con una incidencia de obesidad mórbida, personas
excesivamente gruesas. El problema de la desnutrición no es debido
a la dieta, sino por la sobrealimentación y el sedentarismo.
Este es uno de los primeros datos sobre los que trabaja el
personal de enfermería de la residencia de Cas Serres que está
realizando un estudio sobre la valoración nutricional entre
personas ingresadas en el centro, una comparación con otras
residencias de las mismas características y sobre personas no
ingresadas, por lo que se recurrirá al Hogar Ibiza para recopilar
información. El estudio empezó hace un par de semanas y los
resultados se presentarán en el congreso catalano balear que se
celebrará en octubre en Tarragona.
Este trabajo determinará la nutrición de los pacientes y si
sufren más sedentarismo en la residencia o las personas de fuera.
En opinión de la supervisora de enfermería de Cas Serres, María
José Marí Figuerola, los resultados no serán malos «porque hay un
equilibrio de dietas muy bueno, pero interesa la información de
fuera». En Cas Serres, no obstante, hay un número importante de
obesidad mórbida. «Tenemos hasta siete y eso es un porcentaje
elevado para un centro como éste», relata la supervisora de
enfermería, María José Marí. Atribuye este hecho a una
malnutrición, pero añade que desde que están en el centro han
perdido peso y tienen menos problemas de movilidad.
Los datos de este estudio se recogen a través de un cuestionario
estándar sobre la evaluación del estado nutricional que se pasa a
unos 60 pacientes válidos de Cas Serres, que no sufren problemas de
movilidad. Otro punto importante del trabajo será la información
que se recoja desde los clubs de mayores, como el Hogar Ibiza.
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