C. A./ R.L. La tasa de desempleo descendió en Eivissa y Formentera un 7'3 por ciento en el mes de marzo, que significa una reducción de 341 personas sobre el mes de febrero, según los datos facilitados ayer por la Conselleria de Treball. El número de desempleados en las Pitiüses fue de 4.307 en marzo. En cuanto a la tasa interanual, la comparación entre marzo de 2002 con el de 2001, la reducción es del 0'25 por ciento. «El hecho significativo no es que haya reducido mucho, sino que eso se produce cuando en el conjunto de Balears el incremento interanual ha sido del 7'7 por ciento», explicó ayer el director del Servei d'Ocupació de les Illes, Pere Mascaró.

En este sentido, la tasa de paro en Eivissa ha sido la más alta «mientras que en resto de Balears la tasa interanual sigue creciendo pero en Eivissa, por tener una tasa de paro alto, ya se empieza a reducir», añadió Mascaró. A su juicio, en las Pitiüses se ha producido un cierto cambio de tendencia favorable: «En Menorca, con menos paro, es donde más crece mientras que en Eivissa y Formentera se reduce tanto en relación con el mes anterior como al mismo mes de año pasado», añadió.

En cuanto a Balears se ha experimentado un descenso del paro de un 8'57 por ciento como resultado de una bajada de 2.706 personas desocupadas inscritas en las oficinas del SOIB. Esta reducción muestra los inicios del factor estacional. «Una vez más, Balears lidera, con muchísima diferencia respecto a cualquier otra autonomía, la bajada relativa del número de parados del mes de marzo», dijo el conseller deTreball, Eberhard Grosske, en referencia a la media del Estado que se sitúa en un 1.02%. La tasa de paro, que se sitúa en un 8'68 por ciento de la población activa es «inferior a la del conjunto del Estado, que está en un 9'65 por ciento», remarcó el conseller.

El hecho de que la tasa de paro sea la misma que en marzo de 1999 significa, para Grosske, que las cosas «funcionan más o menos como siempre lo han hecho en el mercado laboral de Balears» y que si bien, tanto aquí como en otros lugares de España y de la Unión Europea se han notado los efectos de la desaceleración económica, «nada hace pensar que estamos a las puertas de una recesión económica». Sobre «cierto bache» que se ha producido a partir del último tramo de 2001, consideró que «la tendencia es a la normalización y que no aventura ningún tipo de crisis».