El polen es uno de los productos que se obtienen de la práctica de la apicultura. Cada vez es más demandado por los consumidores dados sus grandes aportes vitamínicos para el organismo como complemento dietético. «Una cucharada sopera de polen tiene tantos aminoácidos libres como seis huevos o un kilo de carne», resumía ayer el biólogo y asesor apícola Antonio Gómez Pajuelo, un experto en el mundo de las abejas que estos días imparte un seminario sobre la polinización en las Pitiüses que ayer se desarrolló en Sant Antoni después de pasar por Formentera el lunes y Sant Carles y Sant Mateu el martes.

«El objetivo principal de este seminario es mostrar a los socios las posibilidades de recolección de polen en las islas y sus técnicas, así como la importancia de la polinización en el equilibrio medioambiental», explicó el presidente de los apicultores pitiusos, Antonio Peinado. «En Eivissa y Formentera la práctica de la apicultura es más un hobby que un modo de vida, contrariamente a lo que sucede en muchos lugares del país, donde a los apicultores les aporta más beneficio la comercialización del polen que la de miel», añadió Peinado antes de iniciar la práctica de campo que ayer se desplazó hasta Can Vicent d'en Frit en Sant Antoni.

Allí Gómez Pajuelo mostró a una veintena de socios los secretos de la polinización y el modo de recolectar el polen a través de unos dispositivos especiales denominados cazapolen. «Eivissa y Formentera tienen grandes posibilidades de realizar recolección de polen dadas sus características climáticas y de floración y no resultaría complicado llevarlo a cabo», adelantó el experto en apicultura procedente de Castellón. La polinización es el proceso mediante el cual se reproducen las plantas y en el cual tienen un papel primordial las abejas, que en su búsqueda del néctar de las flores enganchan el polen y lo desplazan desde el estambre al pistilo favoreciendo el desplazamiento de las semillas de unas flores a otras.

«La polinización es una especie de inseminación artificial que realizan las abejas en numerosas plantaciones y en muchos lugares de cultivos específicos los agricultores alquilan enjambres para favorecer y mejorar la floración de árboles frutales o cualquier otro tipo de plantación», explicó Gómez Pajuelo, quien hizo una mención especial al patrimonio apícola que existe en Eivissa y Formentera. «Las colmenas antiguas que hay en las Pitiüses son modelos egipcios de apicultura tumbada. Junto a las de Creta y alguna zona de Aragón son las únicas de estas características que se conservan en el Mediterráneo. Es una pena que se pierda este patrimonio cultural y antropológico que indica la práctica de la apicultura como ganadería en las islas. Creo que la solución sería crear una reserva con colmenas antiguas en la que prime la rentabilidad cultural», matizó.