La mujer es solidaria y lo más normal es que compartamos problemas y enseguida nos aliamos. Es algo que nos diferencia de los hombres», comentó poco después de sentarse ayer a la mesa Elena Ruiz, directora del MACE. Ella fue una de las invitadas a un aperitivo informal convocado ayer por este periódico en el Café Sidney en el que las protagonistas fueron siete mujeres trabajadoras de distintos ámbitos, como la abogada Pilar Herráez, la empresaria Inmaculada López, la ginecóloga Raquel Gascón, la ama de casa Paquita Ribas, la concejala Lurdes Costa y la escultora Carolina Bucker. Falló a la cita Jelena Zrnic, jugadora del PDV, por lo que faltó el toque deportivo de una conversación ágil en la que las invitadas tocaron diferentes temas vistos siempre desde sus experiencias personales.

Indepencientes, razonables, inquietas, femeninas y no feministas, todas estas damas trabajadoras coincidieron al señalar que lo ideal sería no tener que celebrar el 8 de marzo. «Deberíamos de poner sobre la mesa no nuestros problemas, sino el de muchas mujeres de sociedades donde están pasando situaciones de verdadera discriminación. Existen sociedades en las que uno no querría ser mujer nunca», sentenció una Elena Ruiz sensibilizada con el sufrimiento femenino. «A mí el dolor de cualquier mujer que sufre discriminación me resulta mi dolor, y, aunque sólo sea desde un punto de vista moral, lo asumo».

La discriminación positiva de la mujer, la paridad de las listas electorales o el ejemplo de las tres presidentas de los consells insulars de Balears fueron otros de los puntos tratados a lo largo de la cita en la que en ningún momento faltó el buen humor y los toques irónicos: «Por mi otra profesión sé que los hombres tienen el mismo coeficiente intelectual que las mujeres», comentaba Lurdes Costa, quien añadió: «Lo que sí es verdad y está más que comprobado es que nosotras somos mucho más trabajadoras, luchadoras y constantes que los hombres porque nos lo han puesto más difícil. Eso nos ha hecho madurar. Somos más guerreras por naturaleza».

«Lo lamentable es que para llegar tienes que trabajar el doble o el triple», dijo Raquel Gascón. «Días como estos sirven para exigir y demostrar lo que podemos hacer las mujeres», explicó Lurdes Costa. En este punto salió el tema de si algunas mujeres tienen ventajas respecto a otras, cosa que matizó una siempre aguda y audaz Elena Ruiz: «Lo justo no es un privilegio; la educación no es un privilegio. Deberíamos dejar de hablar de privilegios cuando se trata de algo que debería ser normal para todos». «Pero la realidad no es igual para todas las mujeres de la sociedad», replicó Lurdes Costa.

El machismo y sus situaciones fue otro de los temas sacados a relucir en medio de un animado tapeo en el que todas tuvieron algo que decir. «El problema de muchas amas de casa jóvenes es que las ves descontentas y sin ganas de hacer otra cosa», se refirió Paquita Ribas al hablar de la situación de muchas mujeres, un caso que afortunadamente no es el suyo. «Es que el trabajo de la casa es lo más ingrato que hay», dijo Elena Ruiz entrando ya en el tema de la doble jornada laboral que sufren la mayoría de las mujeres con trabajo: «Nos lo hemos planteado mal nosotras porque la mayoría de nuestras madres eran machistas», replicó Paquita. «Una aprende de generación en generación, pero hay cosas que yo no voy a enseñar a mis hijos, más que nada para adaptarme a los tiempos que corren», razonó Elena.