La campaña de promoción turística pitiusa en Francia corre peligro
de ser suspendida porque aún no ha llegado la partida
presupuestaria con la que debe ser sufragada. El retraso en la
firma de los distintos convenios que el Fomento tiene con las
instituciones y, de los que sale la mayor parte de su financiación,
está en el origen de este problema.
Según el propio Fomento del Turismo, encargado de la citada
campaña, «si no llega en breve la partida prevista para esta acción
promocional, ya será demasiado tarde». Además, las mismas fuentes
aseguraron «que hace tiempo que se está trabajando y que se espera
que llegue el dinero, pero hasta el momento no se sabe cuando ni en
que condiciones».
La campaña de promoción en Francia parece estar gafada, ya que
en 2001 tuvo que ser suspendida por el mismo motivo y al final los
convenios se firmaron en el mes de junio. Por supuesto, esta
circunstancia tuvo una repercusión negativa en la afluencia de
turistas franceses a las Pitiüses y se mantuvo el empeoramiento, en
las cifras de visitantes galos, de los últimos años.
Pero el problema afecta a más actuaciones aparte de la prevista
en Francia. Este es el caso de la famosa ofensiva de promoción
prevista para el Reino Unido, que con una inversión de 60 millones
de pesetas pretende cambiar la opinión de los británicos acerca de
las Pitiüses. Toda clase de acciones publicitarias y de marketing
irán dirigidas a dar a conocer aspectos diferentes de las Islas y
todo gracias a la intervención de Tourespaña. No obstante, más de
un mes después de la presentación de la citada campaña, en la que
se especificó que la firma del acuerdo sucedería en breve, el
convenio no ha sido firmado. De esta forma, falta el respaldo
financiero necesario para contratar los espacios publicitarios en
Gran Bretaña, aunque Fomento del Turismo ha comenzado a trabajar
con un remanente de 8 millones de pesetas del presupuesto del año
pasado, que ha servido para arrancar.
El turismo escandinavo sufrió la misma situación en
2001 El mayor temor de los responsables de la promoción
turística reside en los efectos nocivos que el retraso en la firma
de los convenios pueda tener a largo plazo. En este sentido, la
situación actual de la promoción en Francia es comparable a la que
sufrió el mercado escandinavo en 2001. El retraso en la firma de
los convenios llevó a la suspensión de diferentes acciones, que
produjo parones en la actuación prevista en esos países. Pero las
consecuencias no se quedaron ahí, porque la falta de promoción fue
un factor determinante en la anulación del programa de la
Scandinavian Leisure Group para este año.
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