Química entre alumnos

La sesión comenzó con las cotidianas bromas, peticiones de silencio por parte del profesorado y la petición de voluntarios que participarían en el primer experimento. La monitora invitó a dos de los alumnos a quemar un folio previamente convertido en avión para comprobar el resultado de esa acción. Entre los asistentes dedujeron el resultado y lo fueron comparando con la combustión de otros elementos, como el aluminio o el magnesio. Una dinámica que se siguió a lo largo de la hora que duró la clase: primero el planteamiento de la hipótesis científica y después la demostración empírica de la misma protagonizada por los alumnos. «¡Mira!, es como el flash de una cámara de fotos».

Las reacciones de asombro no tardaron en aparecer, como la que apuntó un joven al ver la luz que desprendía un trozo de magnesio despúés de haber sido calentado por la llama de un mechero. Precisamente la profesora señaló al respecto de la afirmación del joven: «Las primeras cámaras utilizaron polvo de magnesio que se convertía en luz cuando el fotógrafo le aplicaba una chispa».

La primera sesión concluyó una vez que los aproximadamente 30 asistentes comprobaron in situ alguno de los experimentos propuestos dentro del apartado temático que allí les congregó: la oxidación. Hasta el próximo día 15 pasarán por la misma sala alumnos de diferentes institutos de enseñanza secundaria de las Pitiüses para completar una iniciativa desplegada para inculcar esta materia de una manera más directa y con la participación activa de los jóvenes. Las otras actividades previstas por la Fundació «la Caixa» en Eivissa retomarán su ritmo con la conferencia que impartirá mañana en el IES Sa Colomina Joaquim Prats Cuevas, catedrático de la Universidad de Barcelona,bajo el título de «Internet y educación» a partir de las cuatro de la tarde.