El Gobierno central deberá pagar el coste total de construcción del
gasoducto, valorado en 236'6 millones de euros (39.360 millones de
pesetas), según aseguraron ayer el president del Govern, Francesc
Antich y el conseller d'Innovació i Energia, Príam Villalonga. Esta
obligación se debe a que el proyecto de gasoducto ha quedado
incluido en el «Informe marco sobre la demanda de energía eléctrica
y gas natural y en su cobertura», que define la estrategia
energética del Gobierno, tal y como ya informó Ultima
Hora el 20 de diciembre del año pasado.
El Gobierno central ha optado por el gasoducto después de
estudiar otras dos opciones. Una de ellas era la construcción de
una planta de regasificación en Mallorca con la extensión hacia
Eivissa a través de un gasoducto, Esta opción costaría 274'5
millones de euros (45.669 millones de pesetas). La tercera
posibilidad "y la más cara" era la construcción de sendas plantas
de regasificación en Mallorca y Eivissa con un coste global de 303
millones de euros (50.458 millones de pesetas).
La instalación de plantas en las Islas es, por tanto, entre un
18 y un 26 por ciento más caro que la construcción del gasoducto.
El president destacó que en ningún caso la construcción de esta
infraestructura alcanzaría los 70.000 millones de pesetas que
pronosticó el PP. Entre las conclusiones a las que llega el
Ministerio de Economía destaca además el hecho de que, además de
que resulta la opción más cara, la construcción de plantas de
regasificación en Mallorca y Eivissa sería la alternativa con mayor
impacto ambiental, algo que la costa de Mallorca no se puede
permitir, según el conseller d'Innovació, Príam Villalonga.
El calendario que se abre a partir de ahora es muy esperanzador
para Balears. El documento elaborado por el Ministerio pasará a
ahora a la Comisión de Economía del Congreso, de donde saldrá la
versión definitiva que aprobará el Consejo de Ministros. A partir
de ahí, la obra podrá salir a concurso. Según las estimaciones del
Govern, las obras podrían comenzar a finales de 2003 o principios
de 2004 y estarán finalizadas en el plazo de 14 meses. En 2005, el
gas natural llegará a Balears a través del gasoducto.
El president del Govern se mostró muy satisfecho con la
inclusión de Balears en la red de gasoductos nacionales y recordó
que ha habido grupos parlamentarios "en referencia al PP" que
consideraban que el plan energético del Govern eran «una
fantasmada», pese a lo cual es recogido en todos sus extremos por
el Ministerio de Economía. El conseller d'Innovació i Energia
lamentó los 13 años de retraso con que se ha aprobado el plan
energético «porque nadie había hecho hasta ahora una opción
concreta; no era posible tener varias soluciones como ha sucedido
hasta ahora». Para Villalonga, era imposible pensar en una planta
regasificadora en la costa. «Puede que sea económicamente viable,
pero el impacto ambiental no debe permitirse», señaló el
responsable d'Innovació i Energia del Govern.
El GOB pide que el punto de llegada sea el Dique del
Oeste
El GOB envió ayer un comunicado en el asegura que la zona de Sant
Joan de Déu no es la más adecuada como punto de llegada de esta
infraestructura, y mucho menos para construir allí una nueva
central. El GOB pide un estudio de impacto ambiental para esta
ubicación y un estudio de alternativas a este punto de llegada. La
organización ecologista cree que el punto de llegada del gasoducto
debería ser el Dique del Oeste ya que no exige ningún tipo de
instalación ni depósito y no es un lugar habitado, por lo que no
habría población afectada.
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