Manuel Campoy, fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Balears
en Eivissa, ha solicitado al Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción de Eivissa, la «incoación de diligencias previas por
delito contra la flora y la fauna», a causa de la pesca de atún
rojo con apoyo de avionetas durante la primera quincena de junio de
2001. Por ello, solicita que se practiquen «las diligencias que se
estimen pertinentes para la comprobación de los hechos y la
determinación de la identidad de los participantes» en dichos
hechos.
En este sentido, pide que se tome declaración a nueve personas
en calidad de imputadas, ocho de ellas de nacionalidad francesa y
otra española, así como se oficie al Registro de Buques del
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a fin de que
informen al Juzgado de la nacionalidad matrícula, identidad de los
patrones y armadores de una serie de embarcaciones, al parecer
francesas. Finalmente, se solicita a la Inspección de Pesca
Marítima del Ministerio mencionado que informe al Juzgado si se
«realizaron actuaciones de inspección durante el mes de junio de
2001 con motivo de la pesquería y/o artes de pesca de atún rojo» en
aguas próximas a Balears, y en concreto a las Pitiüses.
En el texto remitido por la fiscalía al Juzgado de Primera
Instancia e Instrucción se hace constar que las presentes
diligencias se iniciaron el 13 de julio de 2001 con motivo de la
aparición en Ultima Hora Ibiza y Formentera de
diversas noticias sobre la pesca con avionetas de atún rojo en
aguas próximas a las Pitiüses, «pese a la prohibición legal, tanto
a nivel comunitario como a nivel nacional». El fiscal hace hincapié
en que la UE «mediante el artículo 5 del Reglamento 973/01, ha
prohibido el uso de aviones o helicópteros como ayuda en la
pesquería del atún rojo en el Mar Mediterráneo entre el 1 y el 30
de junio».
Igualmente, expone en su escrito que la Subdirección General del
Caladero Nacional y Acuicultura del Ministerio de Agricultura,
Pesca y Alimentación indica que el incumplimiento de dicha norma
«podría suponer un perjuicio sobre el recurso y un posible aumento
no permitido del esfuerzo pesquero ejercido sobre las poblaciones
de dicha especie». Por otra parte, Campoy recoge los informes de
Greenpeace que alertan de la pesca abusiva del atún rojo de modo
que «en los últimos 20 años la población adulta ha disminuido en un
80%» y subraya que «los actuales niveles de captura y
sobreexplotación de las madres y los juveniles, son insostenibles
para la viabilidad y recuperación de las poblaciones», recordando
que el atún rojo está catalogado como especie «en peligro» en la
«Llista Vermella de Peixos de les Balears» publicada por el
Govern.
Las Pitiüses, zona idónea para el desove del atún
rojo
El atún de aleta azul, thunnus thynnus, conocido como atún rojo en
aguas del Mediterráneo, es un pez pelágico migrador que nada en
bancos cerca de la superficie, buscando aguas con una temperatura
superior a los 10ºC. A principios del mes de mayo, formando bancos,
estos atunes acostumbran a cruzar el estrecho de Gibraltar
procedentes del Atlántico y se dirigen a las aguas más cálidas del
Mediterráneo, el lugar idóneo para su reproducción, pues es la zona
donde tiene lugar el desove de la especie. Finalizado este ciclo
vital, regresan a finales de julio a las aguas atlánticas. Debido a
las especiales condiciones de temperatura y salinidad de las aguas,
es en los alrededores del archipiélago balear, especialmente al sur
de Formentera, donde acuden anualmente dichos bancos de túnidos
para la freza o desove.
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