J. M. R. El Consell ha instado a la propietaria de los terrenos donde se ubicaba la estructura inacabada de la discoteca Trancedance a retirar la estructura metálica que fue derruida la penúltima semana de enero, en cumplimiento de la orden de derribo decretada por la institución insular.

La dueña tiene ahora un «plazo prudencial» para retirar de ese terreno las vigas de hierro, según señaló un portavoz del Consell. De esa manera se podrá proceder cuanto antes a rellenar el terreno con tierra propia de esa zona, que será sacada de las obras de draga y limpieza de los estanques cercanos o bien cedida por algún vecino.

En principio, ese plazo prudencial abarca esta misma semana, después de la cual el Consell tiene la intención de que comiencen los trabajos de relleno para, así, concluir definitivamente este asunto, que burocráticamente ha necesitado una década de papeleos y que en la práctica apenas tardará un mes (40 días según el guión del proyecto elaborado por los técnicos de la Conselleria Insular de Medi Ambient) en recuperar la zona tal y como estaba antes de las obras.

Al parecer, la propietaria está buscando al manera de vender la estructura metálica para así compensar de los gastos generados por el derribo. Desde el Consell destacaron el espíritu colaborador de la dueña, Nieves Carmona, quien el día en que comenzó el derribo se presentó en el lugar y anunció su intención de adecentar el Toromar, un edificio anexo, como barbacoa o local juvenil.

Junto al lugar donde se desarrollan las obras habita una de las especies más importantes de ses Salines, el picaplatges camanegre.