El segundo día de vida del euro y prueba de fuego para la moneda
única se tradujo en las Pitiüses en una confusión generalizada en
establecimientos comerciales y bancos. A pesar de que la nueva
moneda ha sido recibida con entusiasmo y ganas de adoptarla, el
hecho de que se produjesen pagos tanto en euros como en pesetas y
que los cambios también se devolvieran en las dos monedas ralentizó
el ritmo de cobro de los comercios. Tanto responsables como
dependientes tuvieron que destinar parte de su jornada en explicar
a los clientes los movimientos que realizaban.
Si las colas fueron generales el día 1, ayer también se
repitieron las aglomeraciones en los bancos, a pesar de que estaban
todas las sucursales abiertas con el personal al completo en sus
puestos de trabajo. Las dos principales asociaciones de
comerciantes de Balears se quejaron ayer de las largas colas que
deben de realizar sus asociados en los bancos y cajas de ahorro de
las Islas para obtener las unidades de la nueva moneda necesarias
para dar el cambio.
Así lo manifestaron a Efe los presidentes de las Federación del
Pequeño y Mediano Comercio (Pimeco) y de la Federación de
Comerciantes de Balears (Afedeco), Demetrio Peña y Pau Bellinfante,
respectivamente, quienes aseguraron que, por lo demás, el primer
día laborable con euros en circulación se desarrolla «con
normalidad». De acuerdo con Bellinfante, las «largas colas» que han
de realizar los miembros del sector para obtener euros dificulta la
normal actividad de los comercios, llegando, en algunos casos, a
«paralizarla» ante la imposibilidad de dar el cambio en monedas o
billetes de la nueva divisa.
A pesar de los problemas, el presidente de la Pimeef, Antoni
Marqués, destacó ayer que los problemas que se están planteando
«son lógicos» y llamó a la «calma» a los clientes de los comercios,
ya que muchos se han quejado de que las devoluciones se hacen en
pesetas cuando creían que era obligatorio realizarlas en euros. «La
peseta sigue en curso hasta marzo, por lo que las devoluciones
podrán realizarse en esta moneda hasta entonces», señaló.
Algunos establecimientos comerciales de Eivissa, como el
Hipercentro de Es Pratet, no pudieron realizar las operaciones en
pesetas por problemas en el sistema informático con el que operan
sus cajas, un problema que no se detectó en otros establecimientos
de gran tamaño como el SYP, que pudo dar todos los cambios de las
compras en euros. A pesar de las confusiones inevitables de la
novedad de la moneda, unidas a la falta de previsión de algunos
comercios y establecimientos, el balance final ha sido positivo.
Así, el propio conseller d'Hisenda i Presupost del Govern, Joan
Mesquida, destacó ayer la ausencia de «incidencias resaltables» en
las primeras transacciones con euros y vaticinó que a finales de
enero «posiblemente ya no circulen las pesetas» en Balears.
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