El final de una trilogía mediterránea

El productor ya estuvo en las viñas de Sant Mateu d'Aubarca en febrero, momento en que captó la preparación del terreno y la poda de las cepas. El propietario de las bodegas Sa Cova puso las infraestructuras necesarias para recrear una vendimia como las de antaño: con cestos y carros tirados por caballos para trasladar la producción hasta el lugar donde se producen los caldos.

«La intención es captar paralelamente cómo se trabaja hoy en día y qué instrumentos se emplean en la vendimia actual para después compararlo con las técnicas empleadas hace décadas. Por eso vamos a recrear el antiguo proceso a partir del cual se obtenía el vi pagès. Antes se utilizaban cestos, ahora son canastos de plástico, cambio que veo lógico y normal dado el momento histórico en el que vivimos», matizó Josep Maria Bassols para explicar su presencia en las viñas de Sant Mateu.

«Esta zona es la más representativa de Eivissa en lo que a vinos se refiere. Las bodegas de Sa Cova, Can Maymó y Can Rich así lo atestiguan». El productor acudió a las viñas acompañado por un cámara, que captó las tomas de recogida y de traslado. Aunque la anécdota de la jornada estuvo protagonizada por el retraso de los dos carros que trasladarían después la materia prima del vino hasta el local de embotellado. Ambos se perdieron por los innumerables caminos que permiten el acceso a las viñas. Hecho que no supuso más que un incidente más para completar la trilogía mediterránea.