Los integrantes de la Asociación de Canteros de Eivissa podrían convocar un nuevo paro de su actividad en septiembre si no se solucionan en un plazo breve de tiempo la falta de un almacén o polvorín donde almacenar los explosivos en la isla, según ha indicado su directiva.

Desde que dejó de funcionar el existente, por falta de medidas de seguridad, los empresarios han tenido que recurrir a un sistema alternativo: explosiones controladas en un solo día con material que llega por barco desde Barcelona. Esta forma de trabajo resulta «muy engorrosa», según el presidente de la asociación, José Parrot, porque cuentan con un sólo día de cada quincena para hacer las detonaciones y porque encarece en un 30% el coste de esta operación.

Los canteros consideran que se está demorando demasiado la concesión de los permisos necesarios para construir un nuevo polvorín en Eivissa. «Está atascado el papeleo entre el Ayuntamiento de Sant Josep y el Consell Insular», señala Parrot, que cree que no van a poder aguantar en esta situación mucho más tiempo. Los canteros llevan más de tres meses utilizando este sistema «que complica mucho la labor del sector».

Parrot está convencido de que «se tiene que hablar muy seriamente de este asunto». El presidente se queja de que «cuando vas aguantando nadie se mueve; en cambio cuando se hace presión se mueve todo el mundo». El sector tiene previsto reunirse en septiembre para tratar el tema y activar medidas. Si se viesen obligados a seguir con el sistema actual tendrían que aumentar los precios para afrontar el sobrecoste que supone el sistema que utilizan en la actualidad, según explicó Parrot.