Los vecinos de los barrios de Can Sans, Can Escandell y Can Misses -agrupados en la Asociación San Pablo- están dispuestos a luchar a largo plazo por el parque que esperan desde hace una década y que podría convertirse en el pulmón del municipio si llegara a abarcar los 120.000 metros cuadrados prometidos.

Para conseguirlo han diseñado una campaña que empezará con la instalación de distintivos verdes en casas, comercios, coches, etc. La segunda medida de presión será la de dejarse ver en todo tipo de actos públicos y, a partir de ahí, movilizaciones y actos convocados para reivindicar un parque que, según explicaban ayer el presidente y el vicepresidente primero de este colectivo, Jesús Fernández y José María Hernández, respectivamente, «no sería del barrio sino de todo el municipio, casi de toda la isla».

Los dos directivos aprovecharon para reclamar una explicación pública por parte del Ayuntamiento de Eivissa -que a principios de año les prometió solventar los problemas técnicos que tienen paralizada la iniciativa- y a los dos partidos políticos que, según han sabido, están 'bloqueando' el proyecto: Els Verds y Esquerra Unida.

Ambas formaciones, según la Asociación San Pablo, se oponen a que se permita construir en el sector doce, paso estrictamente necesario para que se cedan al Consistorio los 120.000 metros cuadrados de terreno. «Están en contra de la ampliación de suelo urbano, pero no buscan una solución para que el parque se haga», denuncian los vecinos, que creen que pese a que se construyera en el sector 12 el municipio saldría ganando porque tendría un parque de un tamaño único.