El convento de es Cubells reunió ayer a más de treinta colaboradores de la pastoral penitenciaria de Balears entre los que figuraban una quincena de ibicencos que participaron en la VI Jornada Interdiocesana de Pastoral Penitenciaria de Balears. Desde las 10'00 de la mañana y hasta pasadas las 17'00 horas, los voluntarios y colaboradores de la Iglesia en las prisiones participaron en unos actos entre los que destacó la ponencia del mercedario Florencio Rosselló Avellanas, director del Secretariado Diocesano de Pastoral Penitenciaria en Alicante.
Actualmente este colectivo cuenta con 2.000 voluntarios que trabajan en el interior de las prisiones y alrededor de un millar que lo hacen desde fuera llevando a cabo los distintos programas de atención cuyo objetivo es fundamentalmente humano. Rosselló expuso al auditorio el 'Plan Quinquenal de la Pastoral Penitenciaria 2001-2005' del ámbito nacional basado en la atención a tres áreas fundamentales: la pastoral, la social y la jurídica, dirigidas fundamentalmente a suplir las carencias y necesidades de los reclusos en el ámbito religioso, familiar y de integración y reinserción, y la de información jurídica. «La prisión no sirve para nada, es un mundo desestructurado y deshumanizado que no soluciona el problema de la persona, prueba de ello es que el setenta por ciento de los reclusos que salen vuelven a reincidir», dijo el mercedario. «Por eso desde la Pastoral Penitenciaria proponemos la humanización y recuperación de la dignidad de la persona interviniendo en la causa que le lleva a delinquir. Apostamos por una Justicia retributiva con la víctima afectada y atenta también con el delincuente. Creemos que no se le debe 'aparcar' en prisión».
El ponente también apostó por una reforma en el código penal «más humanitaria y un cambio de mentalidad en la sociedad para que empiece a ver los internos como personas. Además enumeró los programas de prevención, integración, formación y asesoramiento y citó la necesidad de coordinar y trabajar de forma conjunta entre las distintas delegaciones pastorales.
La jornada también incluyó el intercambio de impresiones y experiencias entre las pastorales de Eivissa, Menorca y Mallorca y la Asociación de Abogados del Secretariado Diocesano de Pastoral de Mallorca y un almuerzo y café-tertulia en la que participó el director del centro penitenciario de Eivissa, Carlos Blanco. La reunión concluyó con una Eucaristía en la Iglesia del Rosario oficiada por el obispo de la diócesis de Eivissa y Formentera, Agustín Cortés. La Iglesia cuenta con estas pastorales para ayudar directa o indirectamente a las personas que se encuentran afectadas por la privación de libertad.
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