La pertinaz sequía no sólo está secando los acuíferos y arrasando
la producción de forraje de las Pitiüses. La escasez de
precipitaciones está causando, además, estrés hídrico en los
árboles, según alerta Jaume Estarellas, técnico de Biodiversidad
del Consell Insular pitiuso. La zona más afectada es el Norte de
Eivissa. En el Noroeste, las áreas donde el estrés hídrico está
causando estragos son los bosques de Santa Agnès y Sant Mateu. En
el Noreste, los montes que sufren este problema más intensamente
son, precisamente, los que han ardido durante esta semana, las cien
hectáreas cercanas a la Cala de Sant Vicent.
Los síntomas son pérdida de masa foliar, debilitamiento del
árbol y la inmediata aparición de plagas. El estrés puede,
finalmente, provocar la muerte de la planta. Como los árboles se
secan, el riesgo de incendio también aumenta, como ha ocurrido en
es Pla de ses Formigues.
El estrés es consecuencia de la falta de agua. Así, en el
Noreste sólo han caído durante 2001 300 litros por metro cuadrado,
la mitad que en 2000 por estas mismas fechas. Las áreas más secas
son, curiosamente, las del Norte de Eivissa, mientras que en el Sur
la escasez de lluvias afecta de forma más leve, según explica Jaume
Estarellas. El estrés también se produce por acumulación, ya que la
sequía se arrastra desde el año pasado y se ha agudizado en
2001.
Las plantas más afectadas son el pino, la ginebra, la mata y el
madroño. Pierden las hojas y se debilitan hasta el punto de que,
poco a poco, se secan. La peor consecuencia no es sólo la muerte
del árbol, según indica Estarellas, sino la consiguiente aparición
de plagas. En Eivissa, el departamento de Biodiversidad ha
detectado varios focos de escarabajos perforadores (tomicus
piniperda), aunque son aislados y pequeños.
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