Flavio Conceiçao, del Real Madrid, de vacaciones en Eivissa

«Vine con la intención de quedarme hasta el jueves, pero después de encontrarme aquí y ver que es como un paraíso he preferido prolongar la estancia hasta el domingo. A mi mujer y a mis hijos les ha encantado también y preferimos quedarnos más tiempo». De esta manera alababa Flavio a la isla ayer en la terraza del restaurante Malibú, en la playa de ses Salines. Allí acudió después de almorzar con sus dos hijas y con su hijo en un local de comida rápida de la ciudad para tomarse una cerveza. Con él estaba el entrenador de los veteranos de la Peña Deportiva, Juan Mesa Labios.

No había venido a Eivissa antes, y esta vez ha viajado empujado por un miembro de la junta directiva del club merengue. «Un directivo me comentó si conocía la isla y al ver que no me animó a venir, de lo cual no me arrepiento. Las playas son una maravilla y no son peligrosas para mis hijos». Y eso que hasta la hora del encuentro, las tres de la tarde, sólo había estado en Platja den Bossa y en ses Salines. El próximo lunes volverá a entrenar con su equipo, pero hasta entonces quiere olvidarse de los problemas físicos que le han conducido a verse en el banquillo casi toda la temporada. «Mi deseo es quedarme en el Madrid, pensar que voy a superar mis problemas de lesiones y hacer una buena pretemporada para poder integrarme normalmente en la plantilla la temporada que viene».

De momento está en Eivissa. Ayer se sentó en el mismo lugar que lo hicieron Donato y familia cuando estuvieron en la isla. Este detalle le gustó al brasileño, quien no dejaba de mirar ensimismado hacia la playa y mostrar su asombro por la tranquilidad que le rodeaba. Seguro que antes de comenzar la pretemporada regresará a pasar unos días más. Flavio Conceiçao espera poder celebrar el próximo año con el Madrid un nuevo título europeo, el que se les ha escapado este año.