La Conselleria d'Obres Públiques del Govern balear ha abierto un periodo de exposición pública de los bienes afectados por las obras del proyecto de construcción de la rotonda de Sant Rafel. Se trata de un paso más para la mejora del conflictivo tramo de las discotecas, un punto negro de la red viaria que se ha cobrado varias víctimas durante los últimos años.

La construcción de la rotonda afectará a los terrenos de cuatro propietarios, que en total suman alrededor de 3.600 metros cuadrados. Al principal afectado, la nueva construcción ocupará 1.962 metros cuadrados de su parcela. Por el contrario, la rotonda sólo afectará 13 metros cuadrados de otro de los dueños de esos terrenos.

Este proyecto, aprobado en febrero por la Dirección General de Obras Públicas, sáldrá a concurso con un presupuesto de 55 millones de pesetas y no se prevé que empiece a ejecutarse hasta el próximo otoño.

Respecto al resto de obras previstas en esa zona que deben acometerse antes de la apertura de las principales discotecas, tanto el Govern como las empresas tienen veinte días para llevar a cabo las mejoras, entre las que destacan el alumbrado del tramo y la instalación de seis pares de semáforos. La gran apertura de las discotecas, uno de los momentos de la temporada en que se forma un mayor atasco en esa carretera, tendrá lugar en la segunda semana de junio.