Las participantes en el taller, en su mayoría mujeres, también recibieron unas nociones teóricas sobre horticultura. Foto: M.F.

El aula polivalente de la piscina municipal de Can Misses se convirtió en los dos últimos días en un improvisado taller de horticultura en el que el consultor ambiental Pere Subirana enseñó las nociones básicas para que la quincena de alumnos que asistió al mismo pudiera comenzar a diseñar y llevar a la práctica un 'balcón comestible'.

«Se trata de explicar cómo se puede conseguir tener un huerto en espacios reducidos en los que cada persona o familia pueda obtener sus propias lechugas o tomates de una manera sencilla, ecológica y muy gratificante», explicó Subirana. El consultor catalán dedicó la última jornada del curso a asesorar a los futuros hortelanos en sus dudas, emitiendo una serie de sencillos consejos para que las cosechas vayan a buen término.

«Para empezar es importante conocer los distintos elementos que forman parte de nuestras terrazas, ventanas o balcones, y tener muy en cuenta también los elementos atmosféricos y ambientales, como la luz, el viento y la orientación, que inciden directamente en las plantas», matizó Subirana. «Debemos tener en cuenta la época del año en la que nos encontramos, el tipo de planta, el riego de la misma y las distintas necesidades y cuidados específicos que requiere cada planta... y a partir de ahí poner en práctica el diseño». Cosa que ayer realizaron algunas de las alumnas, que con el croquis de sus respectivos balcones y patios interiores en mano y sus preferencias y necesidades, pidieron colaboración el especialista para montar su propio huerto en casa.

Pere Subirana comentó que la idea de este taller «es que cada uno se lleve sus macetas para casa y que todos los participantes sigan en contacto para que intercambien experiencias». De momento, el día y medio en el que se desarrolló esta actividad resultó de lo más gratificante y enriquecedor para todos los participantes.