Arcadi Oliveres protagonizó la presentación de 'Justicia y Paz' a la que asistió el obispo, Agustín Cortés. Foto: K.T.

La sociedad ibicenca cuenta desde ayer con una nueva agrupación a su servicio. Se trata de la comisión diocesana 'Justicia y Paz Ibiza' que ayer se presentó ante las autoridades políticas, sociales y eclesiásticas en el convento de Santo Domingo. El obispo Agustín Cortés fue el encargado de firmar los estatutos de esta agrupación y de presidir el acto en el que también estuvieron presentes la consellera de Cultura, Fanny Tur, y la directora insular de la Administración General del Estado, Marienna Sánchez Jáuregui entre otras personalidades.

El presidente a nivel estatal de 'Justicia y Paz', Arcadi Oliveres, fue el encargado de realizar la presentación de la comisión con una ponencia que, bajo el título 'Retos y líneas de trabajo de Justicia y Paz en Europa', resumió los principales objetivos y modos de actuación de la comisión que desde ayer cuenta con presencia en las Pitiüses. En la charla, que forma parte de las jornadas 'Justicia, Paz y Medio Ambiente', Oliveres expuso las líneas de trabajo resumidas en cinco retos y en cuatro líneas de trabajo.

El presidente de esta comisión diocesana, operativa en España desde 1968, explicó que la labor de 'Justicia y Paz' se centra en el problema de la pobreza y subdesarrollo en los países del Sur, «con un problema de distribución de los recursos», la injusticia de los países del Norte, «donde hay un alto porcentaje de personas que viven en la pobreza», y la constante violación de los derechos humanos tanto en los países del tercer mundo como en los del primero, «donde se atenta diariamente contra la libertad a través de distintos mecanismos de control de los ciudadanos con las nuevas tecnologías».

Los otros dos retos de 'Justicia y Paz' son la cuestión medioambiental, «de gran importancia en la línea de actuación de la comisión de Eivissa y Formentera», y la lucha por una paz verdadera «en la que se den las condiciones sociales, medioambientales, legislativas y políticas que denuncien todo aquello que suponga la preparación de la guerra». Arcadi Oliveres finalizó su intervención con la exposición de las líneas de trabajo de la comisión diocesana que se resumen en el trabajo de la conciencia crítica «para ser críticos: contrastadores y educadores y explicar las cosas tal y como son»; tener un trabajo activo dentro de la Iglesia; realizar una labor de presión social y política «incidiendo es aspectos particulares de presión del cumplimiento de los Derechos Humanos»; y adoptar actitudes personales de coherencia «entre los que decimos y lo que hacemos».