La presidenta de la Asociación de Padres de Alumnos del Colegio
Público Blanca Dona, Jacqueline Perry, denunció ayer que llevan
años reclamando al Ayuntamiento de Eivissa que coloque a un agente
de la Policía Local en la salida de la rotonda de la carretera a
Sant Antoni, junto al desvío para este centro y el instituto, para
controlar el tráfico en las horas puntas sin que hasta el momento
hayan tenido respuesta positiva a sus reclamaciones.
La aglomeración de vehículos de particulares, autobuses, coches
de padres de alumnos del instituto y del colegio, así como de las
motos de los adolescentes que acuden cada mañana a los centros
«provocan tapones y situaciones de peligro constantes» que se
solucionarían con la presencia de un agente, según el APA. «Sólo
pedimos que haya un poco de control porque en cualquier momento va
a haber una desgracia y entonces habrá que lamentarla cuando podría
haberse evitado», explica Jacqueline Perry. Sin embargo, la
presidenta del APA denuncia que el concejal Santiago Pizarro ha
hecho «caso omiso» a su petición, además de no responsabilizarse de
algunos gastos de la escuela de verano.
La falta de atención a su caso no se limita al Consistorio de
Eivissa sino al de Santa Eulària, al que han solicitado un espejo
para subsanar los problemas de visibilidad que presenta el cruce de
la carretera que va hacia Puig d'en Vals. Jacqueline Perry asegura
que en 1999 le prometieron la colocacion de este espejo pero la
realidad es que no está instalado aún.
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