El público respaldó con su presencia y aportación económica la propuesta de Cruz Roja. Foto: V.F.

El Casino de Ibiza lució ayer por la noche un aspecto solidario para acoger la gala que Cruz Roja organizó en beneficio de los damnificados por la catástrofe ocurrida el pasado sábado en El Salvador. El requisito para acudir, pagar un mínimo de 2.000 pesetas en calidad de donativo a la causa.

Los pitiusos respondieron a la llamada de auxilio trasladada por Cruz Roja. Anoche lo de menos eran las actuaciones. Aunque el programa que la organización no gubernamental presentó pretendió ser el acicate que forzara la reacción del público. Y así fue. Agustín Prades, periodista y locutor, presentó una gala muy sentida en cuyo transcurso se facilitaron los datos sobre cómo ha afectado el terremoto a la población salvadoreña. Anteriormente al espectáculo desde Cáritas El Salvador se recibían nuevas estimaciones indicativas de la tragedia: 4.000 muertos, 250.000 personas sin hogar y otras 47.000 desplazadas.

Las transiciones entre la actuación de un grupo y otro se convirtieron en improvisados rincones para solicitar la ayuda hacia los salvadoreños. Como la efectuada por el redactor de esta casa, Julio Herranz, que recitó tres poemas con un denominador común: el tema de la muerte. También leyeron poemas Ben Clark y Carles Fabregat. El ballet de la Casa Andaluza, Paco Atrium, Marga Molina, Paco S'Am, Alejandro López, Solpost, Eva Redondo y Verónica San Juan completaron los artistas que, desinteresadamente, quisieron responder a la llamada de auxilio.

La noche en el Casino de Ibiza se caracterizó por la emotividad. El aplauso que el público ofreció a los artistas mereció el agradecimiento por parte de los responsables de Cruz Roja.