El pleno del Ayuntamiento de Sant Josep aprobará el martes una sustanciosa modificación de las tasas por recogida de residuos urbanos, algo que, según se señala desde la oposición, es una necesidad imperiosa para evitar que los ingresos por tasas municipales sólo sufraguen la mitad del coste de ese servicio. De hecho, y según los datos facilitados desde el Pacte Progressista, existe un desfase de 125 millones de pesetas: así, el coste del servicio es de 215 millones de pesetas, mientras que los ingresos por la tasa de recogida de basuras sólo alcanzan los 90 millones, aproximadamente.

El concejal progresista Pere Ribas, responsable de las áreas de hacienda, agricultura e industria de la coalición, considera necesario ese aumento de las tasas proyectado por los populares, pero también cree que son precisas otras medidas para equilibrar esas cuentas. Entre las propuestas del Pacte consta la de «rehacer el censo, ya que hay mucha gente que utiliza ese servicio pero no lo paga. De lo contrario, esto seguirá siendo una ruina», asegura Ribas.

Su grupo también es partidario de «adecuar las tasas a la basura que se produce», sobre todo en el caso de los comercios: «Hay que ajustar las tasas a la realidad, ya que existen en el municipio muchos establecimientos que producen una gran cantidad de residuos pero pagan una miseria».

Los progresistas han pedido al equipo de Gobierno que la modificación de la tasa sea coherente con el Plan Director Sectorial de Residuos de las Pitiüses, actualmente en exposición pública. Desde el Pacte se considera que las nuevas tasas deben establecerse por baremos, algo en lo que, en principio, coinciden con los populares: «Con la nueva tasa se pretende que aquellos comercios que tengan una superficie de entre 125 y 250 metros cuadrados paguen una determinada cantidad, que cada 50 metros de más aumentará en una fracción. Lo que no es lógico es que un local de 120 metros pague prácticamente lo mismo que uno de 400, como ocurre actualmente».