La decisión del Consell Consultiu de las Illes Balears de negar al Consell Insular pitiuso la facultad de revisar la declaración de Interés General otorgada en junio de 1999 por la Comissió Insular d'Urbanisme (CIU) al kiosco de sa Penya Esbarrada (Santa Agnès de Corona) «refuerza la autonomía municipal», a juicio del alcalde de Sant Antoni, Antoni Marí Tur. El edil considera que el dictamen «aclara» la situación y demuestra que el Ayuntamiento «actuó de forma correcta» cuando otorgó la licencia de obras tras conseguir de la CIU la declaración de Interés General. Si bien el Consell Consultiu indica que debe ser el Consistorio el que en última instancia puede paralizar la obra, Antoni Marí Tur advierte de que la licencia no se tocará.

El dictamen, del que informó ayer Ultima Hora Ibiza y Formentera , también tomó por sorpresa a los responsables del Grup d'Estudis de sa Naturalesa (GEN), cuya denuncia de la obra motivo que el Consell buscara el asesoramiento del Consell Consultiu. Al presidente del GEN le parece «increíble» que se niegue a la institución insular la posibilidad de «subsanar algo que está mal». Marià Marí, ex presidente del GEN, fue más lejos en su crítica: «El Consell Consultiu ha optado por lo fácil para no mojarse».

Un portavoz de los vecinos de Corona quiso aclarar que la asociación nunca se manifestó contra el kiosco, ya que lo consideró un instrumento útil para mantener limpia esa zona y mantener cierto control contra los desmanes de los domingueros.