Un equipo de ingenieros de la empresa británica J. P. Kenny busca en Sant Antoni el emplazamiento más adecuado para la entrada en la isla del gasoducto que enlazará la Península y Balears.

Desde ayer y durante las próximas jornadas los ingenieros realizarán un estudio de campo para concretar por dónde emergerá y volverá a salir la tubería que llegará desde Valencia y enlazará Eivissa con Mallorca, recorriendo un total de 319 kilómetros. En ese lugar se construirá una caseta (aún no se ha concretado si con techo o no) que albergará la pequeña estación de bombeo. El director general de Energía, Joan Perchés, explicó que esa edificación tendrá entre 300 y 400 metros cuadrados.

Antes de que concluya el año, la conselleria de Energia conocerá cuál es el emplazamiento escogido por los ingenieros: «Buscan la mejor solución técnica, pero habrá que tener en cuenta criterios ecológicos y de impacto ambiental», indicó Joan Perchés. Antes de iniciar el proyecto, el Ayuntamiento de Sant Antoni y el Consell Insular serán consultados. Precisamente, el alcalde de Portmany, Antoni Marí Tur, manifestó ayer a este periódico su extrañeza porque desde el Govern aún no se haya comunicado al Ayuntamiento nada al respecto.

La entrada y salida del tubo en la costa no podrá apreciarse a simple vista, y el tramo de la instalación entre Sant Antoni y Eivissa será soterrado. El plazo de ejecución de esas obras será de 32 meses.