Para los cerca de trescientos alumnos del colegio de Santa Gertrudis lo mejor de la jornada de ayer fue, además de la fiesta que organizaron bajo la carpa a partir de las once y media de la mañana, que hoy no tienen escuela.

Los escolares de los diferentes cursos fueron los autores de un curioso y llamativo pregón de grandes dimensiones con el que iniciaron su particular festival. El documento, formado por un total de once estrofas escritas en colores diferentes, había sido redactado previamente por los integrantes de los diferentes cursos siguiendo un sistema muy particular. «Los alumnos de los cursos inferiores, de entre 3 y 5 años, aportaron frases formando una estrofa, y los de edades superiores redactaron su propia estrofa», señaló la directora del centro escolar, quien señaló la importancia del pregón como actividad conjunta en la que los alumnos hicieron una alusión a la celebración de las fiestas.

Además de la lectura del pregón, todos los niños tuvieron la oportunidad de subir al escenario para hacer representaciones teatrales, números de ball pagès, coreografías y hasta un desfile de modelos, en los que todo, desde las coreografías hasta los decorados, habían sido realizados por los propios alumnos a lo largo de las semanas anteriores.

Al final de la fiesta, además de la entrega de trofeos del torneo de juegos de mesa, todos los niños tuvieron como recompensa una degustación de bunyols y refrescos.