La mayoría de ellas son regalos que diferentes amigos y familiares le han hecho a este enorme alemán de nacimiento e ibicenco de corazón, que tiene una corbata «para cada ocasión, estado de ánimo y situación» y todas ellas con la imagen del ratón más universal. «Las he utilizado en actos oficiales siempre, para restar seriedad a los mismos y demostrar que la vida es más alegre de lo que pensamos», comenta, a lo que añade, que sin dejar de ser prendas de vestir elegantes, «mis corbatas han servido para llamar la atención y romper el hielo en muchas ocasiones».

Seebär Jürger, un galerista, marchante de subastas especialista en alfombras orientales jubilado y ex-propietario de varios hoteles en Alemania y Canarias, comenzó su colección de corbatas de forma casual cuando en 1989, año de la caída del Muro, se compró «sin saber muy bien porqué» la primera, y desde esa fecha hasta hoy ha reunido un total de 150 ejemplares procedentes de todo el mundo, en las que Mickey Mouse aparece en diferentes situaciones, colores y poses «aportando su propia personalidad y ayudándome a demostrar la mía».

Pero quizás la admiración de Seebär por la primera creación de Walt Disney, de la que dice que «representa la realidad de la vida», le viene de su infancia , «cuando los maestros de escuela nos prohibían leer sus tebeos porque decían que dañaba el idioma alemán».

Pero además de coleccionar y lucir corbatas, este superactivo alemán de 57 años que reside en Eivissa desde hace 32 años dedica su tiempo libre a «vivir, cocinar y cuidar de su poblado jardín».