La Asociación de Concesionarios de la Zona Marítimo Terrestre ha detectado «importantes contradicciones» entre las normas que la Conselleria insular de Turisme y la Demarcación de Costas exigen a los bares y chiringuitos de playa. Según explicó el presidente de esta asociación, César Jerez, se ha dado un caso en el que Turisme reclamaba a un chiringuito que contase con unas condiciones e infraestructuras que son categóricamente prohibidas por la Demarcación de Costas en las Pitiüses.

Este caso se produjo durante la pasada temporada en una cala del litoral de Sant Josep. Hace apenas un par de semanas la conselleria advirtió a su propietario de que disponía de un mes de plazo para solucionar cada una de las carencias denunciadas.

El funcionario que denunció al chiringuito rellenó cuatro folios para argumentar cada una de las faltas que detectó. Por ejemplo, señaló la ausencia de servicios, luz eléctrica y agua caliente. Según César Jerez, la Demarcación de Costas prohíbe la existencia de aseos y de cables eléctricos en las instalaciones que son adjudicadas anualmente mediante subasta y que, por lo tanto, son desmontables: «Si ponemos lavabos y cables, Costas nos corta el cuello». A esta paradójica situación, Jerez sólo le encuentra una explicación: «Seguro que ha sido un error, no puede ser de otra manera».

Por si no lo fuera, los responsables de la Asociación de concesionarios pedirán al conseller de Turisme, Josep Marí Ribas, una reunión inmediata para tratar este asunto, que consideran grave por el hecho de que podría «conducir a la desaparición progresiva de estos servicios en las playas del litoral ibicenco».