Hasta hace poco, las instituciones no habían mostrado demasiado interés en proteger la zona de ses Feixes, un paraje que reúne importantes bienes ambientales, naturales y pasiajísticos.

Ahora, los políticos se ha0n puesto de acuerdo en recuperar este paraje pero mientras éstos se deciden a actuar, un grupo de voluntarios se puso ayer manos a la obra y acudieron a la llamada del Grup d'Estudis de sa Naturalesa (GEN), que se propuso limpiar ses Feixes de parte de la basura que lleva allí anclada varios lustros. A las diez de la mañana se reunieron cerca de 30 personas provistas de guantes y bolsas de plásticos. Comenzaba así una dura jornada de trabajo.

Los voluntarios que se apuntaron a la limpieza procedían del Grup s'Estaló, Amics de la Terra, Consell de la Joventut y el mismo GEN, sin contar varios voluntarios sin ningún tipo de afiliación movidos únicamente por la voluntad de colaborar con la iniciativa. A lo largo del día, a la zona fueron acudiendo nuevos voluntarios que relevaban a los más cansados.

Poco a poco se fueron amontonado bolsas repletas de basura. Pero lo peor era todo lo que no cabía en éstas: motos, colchones, baterías de vehículo e, incluso, alguna parte de sus carrocerías. La lista de cosas raras que la gente ha tirado en ses Feixes es larguísima: sartenes, baterías de cocina, muñecas hinchables y hasta una cama entera. Ya por la tarde, varios camiones de Cespa debían pasar a recoger todos los escombros. Para facilitarles la labor, los voluntarios separaron los escombros en plásticos, residuos orgánicos, hierros y demás inclasificables.