José Manuel B.G., el trabajador de la construcción de Eivissa que
resultó muerto en accidente de trabajo el pasado 25 de agosto, no
perdió la vida por simple casualidad o por una actitud temeraria
por su parte. Inspección de Trabajo ha detectado que la
constructora cometió graves infracciones en las normas de seguridad
de la obra que califica , además, como «muy deficitarias».
El jefe de Inspección de Trabajo de Balears, Francisco Badenes,
aseguró ayer a Ultima Hora Ibiza y Formentera que
las infracciones detectadas se centran en dos puntos: «Un método de
trabajo totalmente inadecuado y un andamiaje de obra deficitario».
Así, tanto la forma de ordenar el trabajo diario como la falta de
supervisores y de uso de anclajes y cinturones se pueden considerar
causantes del accidente. «Es evidente que la deficitaria seguridad
de la obra repercutió directamente en lo ocurrido», aseguró el jefe
de Inspección de Trabajo.
Badenes adelantó que ya han elaborado las propuestas de sanción
por infracción «muy grave», que incluyen más de una multa y que, en
todo caso, supondrán sanciones superiores a los 5 millones de
pesetas. Inspección de Trabajo emitirá el informe completo sobre el
accidente al Juzgado y al Ministerio Fiscal para que abran las
diligencias pertinentes en este caso. Así, el jefe de Inspección
apuntó que, aunque faltan unos trámites para cerrar el expediente
por completo, ya ha quedado plenamente demostrado que «por
ignorancia o por pasotismo se han cometido serias
infracciones».
Los hechos se remontan al pasado 25 de agosto cuando el obrero
José Manuel B.G. se precipitó al vacío desde un andamio en una obra
situada en la calle Fray Vicente Nicolás de la ciudad de Eivissa.
El trágico accidente ocurrió cerca de las cuatro de la tarde cuando
cayó después de que un tablón del andamio en el que trabajaba
cedió. El operario falleció horas después por la gravedad de las
heridas.
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