El Ayuntamiento de Eivissa, a través de una modificación de las Normas Urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbana, impedirá la proliferación de una serie de negocios considerados molestos en el centro del municipio. El límite ha quedado establecido en el primer cinturón de ronda; de ahí hacia dentro no podrán establecerse ni establecimientos nocturnos como cafés-concierto, salas de fiesta o discotecas ni gasolineras.

Además, según la nueva normativa que ayer dio a conocer el concejal de Urbanismo, Joan Boned, tampoco se podrán abrir en ese perímetro talleres industriales o de reparación de vehículos, negocios de auto lavado de coches y similares o establecimientos de alimentación a partir de 200 metros cuadrados de superficie. En este punto, explicó Boned, el Ayuntamiento ha decidido ser menos permisivo que el propio Govern, que había establecido la prohibición de tiendas de alimentación de 500 metros cuadrados en adelante.

El segundo bloque de medidas está encaminado a conseguir que no sigan aumentando los coches en la ciudad. Para ello, se obligará a los promotores de edificios de nueva construcción a aumentar el número de plazas de aparcamiento obligatorias. A partir de ahora, por cada vivienda de menos de 60 metros cuadrados habrá que habilitar una plaza; para las que tengan entre 60 y 100 metros, 1'3 plazas; para las que se sitúen entre los 100 y los 140 metros, 1'6 plazas y, finalmente, dos plazas para las de más de 140 metros. Todas ellas deben estar incluidas en el solar y fuera de la vía pública.

Para acabar de una vez por todas con el conflicto interpretativo sobre la posibilidad de construir áticos en edificios ya finalizados, el Ayuntamiento prohíbe expresamente su edificación si suponen superar la altura máxima permitida. Además, quedan regulados estrictamente los usos de tejados y cubiertas -que acumulaban el mayor número de irregularidades- y se establece que sólo se podrán utilizar para usos comunes como la ubicación de ascensores, placas solares, chimeneas, etc.