Un ejecutivo suizo pensó en desempolvar el patinete. Foto: O.R. / K.T.

Algunos lo ven con escepticismo y se lo toman como la nueva y efímera moda. Otros creen fielmente en la utilidad de este artilugio y no salen de casa sin él. Y, mientras, el avispado ejecutivo suizo que tuvo la feliz idea de rescatarlo del trastero ve como engorda su cuenta corriente de manera asombrosa. El patinete se ha puesto ahora más de moda que nunca y ya nadie se asombra al ver a alguien circular con uno de ellos por las calles de Eivissa. Su reducido tamaño lo hace perfecto para recorrer distancias cortas; es mucho menos aparatoso que la bicicleta, y más barato y útil que cualquier moto.

A raíz del 'boom' del patinete varias empresas han sacado sus modelos al mercado. Sin embargo, el más vendido continúa siendo el de la marca helvética Micro, responsable de esta nueva fiebre. No es difícil encontrarlo en varias tiendas de juguetes, aunque también se puede adquirir en otro tipo de establecimientos, como «Dom», en la ciudad de Eivissa. Aquí lo tienen por 19.990 pesetas; hay otras marcas originarias de Taiwan cuyo precio es sensiblemente inferior, a la par que su calidad. El Micro "que se puede comprar también por Internet" está construido en aluminio y pesa tan sólo dos kilos y medio, lo que facilita su manejabilidad.

«En Eivissa se comenzó a vender a toda la gente que llegaba en yates, para desplazarse por los puertos deportivos. Ahora ya los compra todo el mundo: niños, jóvenes y adultos», señala el dependiente de este comercio. La moda, a pesar de todo, no ha llegado a los extremos de la ciudad de Barcelona, donde cada vez es más habitual ver a yuppies encorbatados a bordo de este artilugio recorriendo las principales vías.