Montar una cena y comportarse con buenas maneras es algo mucho más complicado de lo que parece. Un gesto fuera de lugar o un detalle a destiempo pueden arruinarnos una velada que se prometía exitosa. La mesa esconde una infinidad de secretos y de códigos no escritos que, para muchos, se nos presentan como indescifrables. Evitar estos y otros problemas es la labor de Twinky García, experta en protocolo y directora de la empresa Eventos. Ahí van algunos trucos y consejos de esta especialista para defendernos sobre el mantel. En este caso, la espectacular mesa que hemos preparado se ha instalado en el restaurante «Sa Gavina», en es Viver, y han colaborado la floristería La Rosa "con el centro" y Es Molí d'Or.

· Cubiertos
Una cena de cierta categoría se presenta con una multitud de cubiertos, cada uno de ellos con un uso muy determinado. El truco más sencillo es emplear siempre el más lejano del plato, es decir, ir siempre desde fuera hacia dentro. Más datos: el tenedor del pescado tiene sólo tres púas, mientras que el de la ensalada y carne cuenta con cuatro. Para los postres "situados justo frente al plato" se emplean la cuchara para el pastel "si lo hubiera" y el resto tan sólo si se trata de fruta. Por cierto, para indicar que ya hemos terminado un plato, hay que colocar los cubiertos enfrentados en el plato y con las púas hacia arriba.

· Copas y platos
Hay tantas copas como bebidas. La más alta es la del agua y se coloca la primera por la izquierda. Le seguirán, por este mismo orden, la del vino tinto y la del blanco. Justo entre la primera y la segunda, aunque por detrás, se colocará la del cava o champán, que se distingue por ser las más fina de todas. En cuanto a los platos, el del pan es el más pequeño y está situado siempre a nuestra izquierda, pegado al principal. El resto no debe esconder más problemas.