En las Pitiüses se calcula que residen más de 1.500 enfermos de Alzheimer. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

Un día, la actriz Rita Hayworth se debió levantar de la cama y no recordó su nombre. También olvidaría a sus familiares, su dirección o cosas tan simples cómo comer al mediodía y cenar por la noche. El ex presidente de EEUU Ronald Regan llegó un momento en el que no reconocía a su esposa. Hace seis años, la madre de Luisa Cardeña comenzó a padecer los mismos síntomas. Todos ellos estaban afectados por la enfermedad del Alzheimer.

La madre de Luisa ya murió, pero ella decidió seguir luchando para que llegue un día en el que se erradique esta enfermedad degenarativa, por lo que fundó la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de las Pitiüses. Ayer, jornada mundial contra la enfermedad, salió a la calle a la búsqueda de firmas para lograr que se instale una Unidad de Trastornos de la Memoria y un Centro de Día para los enfermos en la isla.

En las Pitiüses se calcula que en la actualidad padecen Alzheimer más de 1.600 personas. Para cubrir a toda esta población, Eivissa y Formentera cuentan con un sólo neurólogo: «Es un gran profesional, pero, claro, no da abasto», señala Luisa. Por el momento, la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, y la consellera de Benestar Social, Sofía Hernanz, dos de las primeras que acudieron a estampar su rúbrica, prometieron ayer por la mañana una próxima solución a estas carencias. Así, según Costa, antes de que se traspasen las competencias autonómicas de Benestar Social "previstas para el año 2001", Eivissa contará con 12 plazas en el centro del IBAS destinadas a este tipo de enfermos.

No hay un perfil elaborado sobre la población de riesgo en el caso del Alzheimer. Hasta hace poco se consideraba que era una enfermedad que atacaba tan sólo a las personas mayores, de más de 60 años. La edad, sin embargo, ya no es un factor determinante, como señala la presidenta de la Asociación de Familias de Enfermos: «Ahora, mucha gente joven comienza a desarrollarlo». El sufrimiento, como explica Cardeña, no es sólo para quien la padece, puesto que «la onda expansiva acaba por destruir también a las familias». De ahí el lema escogido para esta jornada reivindicativa: «Ayúdanos a ayudarle».