Las secuelas del accidente del catamarán «Milenium» de
Trasmediterránea, que colisionó la noche del jueves con un yate
privado, que había salido horas antes de Eivissa, se notaron ayer
en el puerto pitiuso. Un total de 900 pasajeros resultaron
afectados por los retrasos, 200 de la línea Eivissa-Valencia y 700
de la conexión Eivissa-Barcelona-Eivissa.
La imposibilidad de contar con el catamarán accidentado obligó a
Trasmediterránea a realizar un reajuste de horarios y líneas lo que
motivó la suspensión de la salida del fast ferry de Eivissa a
Valencia prevista para ayer a las 09'45 horas de la mañana. La
compañía recurrió al «Ciudad de Sevilla» que salió del puerto con
destino Valencia a las 16'00 horas, con seis de retraso. Por otra
parte, el barco «Ciudad de Valencia», procedente de Barcelona
también llegó con retraso a Eivissa por lo que los pasajeros de
esta línea, que tenía la salida prevista a las 12'00 horas,
tuvieron que esperar dos horas más a la salida de este buque con
destino a Barcelona.
A pesar de que algunos usuarios de la línea con Valencia
aseguraron que la empresa no contaba con hojas de reclamaciones, el
jefe de pasajes de Trasmediterránea en Eivissa, Antonio Domínguez,
mostró a Ultima Hora Ibiza y Formentera varios
impresos cumplimentados por pasajeros del barco.
Por otra parte, el yate «Auriga», que envistió con su proa la
parte de estribor del catamarán «Milenium» la noche del pasado
jueves procedía de Eivissa. El yate, de bandera británica y 33
metros de eslora sufrió graves daños ya que clavó literalmente su
proa en el casco del «Milenium», provocando un boquete de dos
metros de ancho por cinco de alto en el departamento de motores del
catamarán.
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