GUILLERMO ROMANÍ El profesor Vilà Valentí fue el encargado de clausurar ayer la XVIII Setmana Universitària de Formentera con una conferencia que tuvo lugar en la sala de plenos del Ayuntamiento de la isla y que fue presidida por su alcalde, Isidor Torres. Vilà centró la primera parte de su charla en «las profundas diferencias geográficas existentes entre Formentera y Eivissa, diferencias de geografía física que se aprecian especialmente en el relieve y el clima».

Pese a que ambas islas conforman una cierta unidad «son completamente distintas -remarcó Valentí- comenzando ya por el relieve debido a los materiales geológicos; en Formentera no hay colinas mientras que Eivissa está llena». Asimismo, Valentí insistió en que en Formentera domina una horizontalidad que afecta en todos sus aspectos.

Otro de los grandes rasgos diferenciales de Formentera y Eivissa es para el profesor el clima. Formentera es «mucho más árida» y en un libro suyo publicado hace ya años, Valentí estableció por primera vez una clasificación de la España subárida que incluye «Almería, Murcia, sur de Alicante y Formentera, que sería la parte más septentrional». Por tanto, al ser una isla horizontal, rocosa y en la que el viento tiene una gran fuerza, durante siglos fue una tierra dura, difícil de trabajar y en la que no hubo grandes cantidades de población.

Los habitantes de Formentera, según Valentí, «se han distinguido siempre por su capacidad de adaptación a la difícil situación de la isla» y eso se nota en que la gente «saca algo de la agricultura, algo de la ganadería, trabaja en las salinas, en el bosque, que será cortado para construir y hacer carbón y, por descontado, pescará». Valentí señaló que «a diferencia del payés de Eivissa, los formenterenses tienen vocación marinera, son pescadores y navegantes y eso se podrá constatar posteriormente en las épocas de grandes emigraciones». Además, Valentí explicó que, a diferencia de los habitantes de Eivissa «el formenterense cuando emigra va lejos».