Los empresarios de los comercios de la calle Ramón y Cajal de Sant Antoni hace tiempo que se quejan de que esta vía no recibe la atención que se merece por parte del Ayuntamiento, por lo que han decidido constituir una asociación con la que defender sus intereses.

Los afectados aseguran que hay una «montaña de cosas por arreglar», entre las que citan el mal estado del alcantarillado, que provoca desbordamientos, torrentes y bolsas de agua estancada en cuanto llueve un poco. «Las aceras no son muy anchas y no hay pasos de peatones lo que supone una gran inseguridad», remarcan los portavoces de los empresarios. Así, las aceras son las mismas que había hace décadas -denuncian- por lo que su estado actual no es ni el más seguro ni el más estético. Por ello, esperan que el Ayuntamiento haga un esfuerzo no sólo en arreglar las aceras sino también para embellecer la vía colocando y cuidando plantas y jardineras. Los tendidos eléctricos, pegados a las fachadas «afean el conjunto», por lo que los empresarios piden que se elabore un plan de soterramiento de cables, que podía ser paralelo al arreglo de las aceras.

El objetivo de la nueva asociación de comerciantes es mantener encuentros con el alcalde y hacer presión para que se solucionen los problemas. Los comerciantes aseguran que su única intención es que arreglen las calles ya que los demás aspectos «funcionan bastante bien».