Guillem Bernat, delegado de Cultura del Ajuntament de Sóller, no pudo ser más explícito cuando tomó la palabra para presentar el homenaje que ayer rindió la ciudad de Sóller a su nuevo hijo ilustre, Pere A. Serra. «En esta calurosa tarde de este mes de agosto vamos a celebrar un acto cargado de protocolo y de justicia, de estima y reconocimiento hacia nuestro ciudadano e hijo ilustre de Sóller». Y en la iglesia del convento de los Sagrados Corazones hubo calor ambiental y calidez humana, la que transmitieron al homenajeado los familiares y los numerosos amigos que acudieron al reconocimiento de la labor realizada durante décadas por Pere A. Serra.

Catalina M. Bernat Joy, instructora del expediente, tomó la palabra para leer la biografía del personaje. La historiadora narró los orígenes familiares del protagonista, de los que adquirió su pasión por el arte y la cultura y su amor por su valle. La secretaria de la Corporación, Catalina Enseñat, dio lectura al acuerdo plenario, y el alcalde, Joan Arbona, entregó el pergamino acreditativo a Pere A. Serra. Acto seguido, el batle tomó la palabra: «Pere Serra es un exponente de hijo ilustre de nuestra modernidad, de las nuevas tecnologías, de la importancia que tiene la información en la actualidad».

En el tramo final del acto, Pere A. Serra protagonizó los momentos más emotivos. Así, el impulsor de la «Gran Enciclopèdia de Mallorca» recordó su infancia en las aulas de los Sagrados Corazones y algunas anécdotas con quienes eran sus profesores, precisamente bajo el mismo techo en que ayer acogió el homenaje a aquel ex alumno a quien le hicieron repetir cien veces «un cero a la izquierda no vale nada». Las últimas palabras del nuevo hijo ilustre fueron para agradecer el nombramiento y luego entregó el pergamino que acredita su proclamación a su esposa, Margalida Magraner, que presenció el acto entre «Ses Valentes Dones». El concierto de Cor Studium bajó el telón del emotivo homenaje.