Menos de media hora duraron los carteles de «Precintat» que personal del Consell Insular colocó en las puertas de las casetas de la obra y en la verja que da acceso a la urbanización de es Pouet, cercana a la playa de Talamanca. A las diez de la mañana se personó en el lugar una pareja de la Guardia Civil, la secretaria accidental del Consell, un celador de obras y un técnico de Urbanismo que portaban una orden de la presidenta del Consell, Pilar Costa, que indicaba que la obra debía ser precintada por haber desobedecido el decreto de paralización de los trabajos que ella misma había firmado el pasado miércoles.

La operación duró una hora, durante la cual se informó al jefe de la obra del proceso que se iba a seguir. Ni éste ni el resto de los trabajadores ofreció resistencia alguna, aunque el responsable no quiso dar su nombre para que constara en el acta de la secretaria y utilizaba el teléfono móvil para informar constantemente de lo que estaba ocurriendo a algún superior. Ya en estos momentos había algunos obreros que portaban carretillas con material o que seguían trabajando discretamente en los laterales de los terrenos.

En menos de media hora, tal y como pudo comprobar este periódico, cuando ya habían partido los Guardias Civiles y los técnicos del Consell Insular, los propios trabajadores arrancaron los carteles que indicaban que la obra estaba precintada y retomaron los trabajos con total normalidad.

La empresa Construcciones Brues, responsable de esta urbanización, ha declinado hacer algún tipo de manifestación sobre los acontecimientos, a pesar de que este periódico ha intentado, a lo largo de los últimos días, conocer su versión de los hechos. Mientras, la urbanización aparece cada vez más consolidada. Además de los viales de acceso y de unos muros de piedra para marcar terrenos y separar espacios, la constructora ha instalado una decena de farolas y aceras que dan la impresión de que los trabajos están muy avanzados.

La institución ya ha denunciado los hechos ante la Fiscalía
Como consecuencia de este acto, calificado por el equipo de gobierno como «extraordinariamente grave», la institución cursó de forma inmediata una denuncia ante la Guardia Civil solicitando su intervención en el caso de la manera más rápida posible. También se presentó una denuncia ante la Fiscalía de Eivissa, como ya había anunciado el equipo del Pacte Progressista que se haría si no se respetaba el decreto de paralización que Pilar Costa, como presidenta del Consell, firmó el pasado miércoles.