«El éxito es escaso, más bien nulo, porque no se ha conseguido que ninguno se integre al mercado del trabajo», apunta el concejal de Bienestar Social de Eivissa, Santiago Pizarro, sobre los resultados del programa de exclusión social que desarrolla el Ayuntamiento de Eivissa. Pizarro precisa, sin embargo, que algunos han conseguido realizar acciones formativas: escuela taller o los cursos de garantía social.

La integración laboral es una de las cuestiones que preocupa al concejal, aunque advierte que este modo de vida es «en muchos casos, una decisión propia». El programa de exclusión social de Eivissa cuenta con dos objetivos: favorecer la rehabilitación social y laboral de personas en riesgo y, en el caso de que no se pueda conseguir, mejorar la calidad de vida.

El número de personas que han entrado a este programa de exclusión social se eleva a 18. De estas 18 personas once son toxicómanos, muchos de ellos consumidores habituales de bebidas alcohólicas. Siete de los cuales comenzaron un tratamiento de desintoxicación, que sólo continuaron tres. Un trabajador social y una educadora de calle forman el equipo humano del programa de exclusión social. Al contrario de lo que se pueda pensar no todos viven a la intemperie, sino que seis de estos 18 residen con su familias.