El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, y el conseller de Treball del Govern, Eberhard Grosske, firmaron el pasado jueves en Madrid un acuerdo para la constitución de la Comisión Territorial de la Inspección de Trabajo en Balears. Ello permitirá adecuar la actividad inspectora a las particularidades de las Islas y de esta forma actuar sobre las principales irregularidades que en materia laboral se detectan en las Islas.

Hasta ahora el qué se inspeccionaba venia fijado por Madrid. Ello provocaba que se dejara de actuar sobre situaciones particulares de las Islas ya que se dictaban líneas generales que afectaban a todo el país. Como explicó Grosske, esta comisión territorial fijará unos objetivos y una metodología de trabajo propia para Balears que «gana un enorme espacio político en la definición de los objetivos y métodos de trabajo en materia de inspección».

De esta forma, la actuación de la inspección se podrá centrar en los problemas estructurales que existen en cada una de las Islas como es la economía sumergida, la siniestralidad laboral o la contratación fraudulenta. Paralelamente se crea un equipo de inspección en Menorca (inspector y subinspector), quedando pendiente una solución para Eivissa. Esta comisión, explicó el conseller de Treball, supone una importante herramienta de trabajo para abordar la importante problemática de la siniestrabilidad laboral y llevar a cabo con plenas garantías las medidas contempladas en el plan de choque aprobado hace unos meses. Otro de los temas abordados en el encuentro fue la transferencia del Inem a Balears. Aparicio señaló podría tener lugar en el primer semestre de 2001.