«Soy la cartera, traigo un certificado de Gesa». Esta es una de las muchas frases o muletillas con las que Juana saluda a través del telefonillo de numerosos edificios y portales de la calle Aragón y parte de la avenida de España, a cientos de vecinos a diario.

Esta cartera patea esta ruta acompañada de su carrito todo el año y en verano se le hace más dura «porque mírame, estoy sudando todo el día», comenta sonriendo. El volumen de trabajo en estas fechas es similar al del resto del año, «en verano bajan las casas comerciales pero se mueve más la correspondencia de cartas particulares de gente que viene de vacaciones», comenta esta funcionaria, que continúa con su labor mientras responde a las preguntas.

Juana tiene jornada intensiva, de ocho a tres de la tarde, y confiesa que le gusta más trabajar en invierno «porque mi tarea en verano es mucho más pesada, pero bueno el verano lo voy aguantando poco a poco».