El colegio Poeta Villangómez es el escenario de la sexta edición de esta escuela de verano. Foto: V.F.

Alrededor de 130 jóvenes de edades comprendidas entre los cuatro y los catorce años iniciaron ayer la Escuela de Verano Betania organizada por Cáritas. El colegio Poeta Villangómez es, nuevamente, el escenario de la sexta edición de una iniciativa en la que colaboran el Ayuntamiento de Eivissa, el Consell Insular y se espera que también el Govern balear.

Los chavales están distribuidos en ocho grupos en función de su nivel académico y cuentan con el respaldo y la supervisión de los monitores de la ONG Madreselva de Madrid, hasta el día 29 de julio, y los procedentes de Paterna (Valencia), que vendrán a sustituirles a partir de entonces. La jornada inaugural discurrió apacible y los pequeños rellenaron un pequeño carnet que les permitió darse a conocer al resto de sus compañeros de aula. Además, esta ficha servirá como control de su conducta ya que los días de permanencia están marcados en un calendario en el que se insertan pegatinas rojas cuando el comportamiento de su portador no es correcta. Si acumulan un gran número, se les excluye de alguna de las propuestas programadas.

Este año la novedad reside en los 17 estudiantes de segundo y tercero de ESO que acuden a un curso paralelo de premonitor impartido por militares, enfermeras, educadores o dietistas bajo la coordinación del director de la Escuela de Tiempo Libre, Juan Luis Cerdá, con el fin de obtener un título que les facilite, al cumplir la edad pertinente, obtener el reconocimiento oficial. Aproximadamente un 55% de los inscritos pertenecen al barrio de Cas Serres, de hecho fueron los vecinos de esta zona los que contaron con prioridad a la hora de la matriculación pese a que la lista se ha completado (e incluso ampliado para dar cabida a todas las solicitudes) con muchachos procedentes del resto de los municipios.