La falta de personal cualificado obliga a recurrir a profesionales de la península para que los plazos de entrega de obra no sean interminables.

El sector de la construcción en Eivissa está totalmente desbordado. El vicepresidente de la Asociación de Constructores de Eivissa y Formentera, Juan Tur Ripoll, asegura que la demanda de personal cualificado para ejecutar los varios cientos de proyectos en curso es «tan alta» que ha llevado a los constructores a contratar a personal de la Península, de zonas como Valencia y Barcelona.

La mayor parte de estas personas trabajan durante los días laborables en las obras y regresan a sus domicilios los fines de semana. La suma que perciben por realizar su trabajo en Eivissa les compensa el traslado semanal, a pesar del coste que supone alquilar un piso durante su estancia en la isla y pagar los viajes en barco o en avión. Así, la escasez de profesionales cualificados ha obligado a elevar los sueldos para atraer a estos trabajadores.

Los incrementos, muy variados según la empresa de la que se trate, oscilan entre un 10 y un 15 por ciento. Así, un oficial de primera que tendría un sueldo en torno a las 177.000 pesetas según el convenio, percibe un salario mensual que rebasa con creces las 200.000 pesetas. La escasez de personal cualificado «se nota en especial en grupos como el de oficiales de albañilería, escayolistas, marmolistas y soldadores», según señala Juan Tur.

Encontrar un lugar de residencia para estos trabajadores es otro problema. La mayoría recurren a los alquileres de pisos o de habitaciones, lo que explicaría la escasez de oferta de en este tipo de viviendas. «Esto demuestra que la construcción está moviendo una gran cantidad de dinero en las Pitiüses», explica Tur. Las listas del paro de Eivissa registraron 203 desempleados en la construcción al finalizar mayo, pero estas cifras «no son fiables en este sector porque viene mucha gente de fuera», apunta Tur, que añade que «no hay paro real en la construcción».